Hay fuego en la cocina
Alumnas en la clase de profesores, ellas tienen dudas que aclarar.
"Lo malo de ser un varón blanco heterosexual de metro ochenta con las facultades mentales dentro de la media es que no puedes decir absolutamente nada gracioso sobre una enana negra lesbiana con síndrome de Down sin que el grueso de la población mundial se te eche encima. A este fascinante mecanismo de control social se le denomina “corrección política”.
La corrección política ha conseguido que los libros de estilo de los periódicos sean actualizados con más frecuencia que los antivirus. Un buen día, por ejemplo, los paralíticos dejaron de ser paralíticos para ser inválidos. Entonces a alguien le pareció que inválido era una palabra horrible y dejaron de ser inválidos para ser minusválidos. Pero el minus le sentó mal a alguien, y pasaron a ser personas con movilidad reducida, que es lo que son ahora hasta que algún gilipollas diga: “¿Reducida? ¡¿Cómo que reducida?!”
Dicen algun@s que la palabra coñazo es machista a no ser que sea empleada en un sentido literal, algo así como: “¡Ven aquí, que te como el coñazo!” En ese sentido no es machista, ¿vale?
Si aceptamos que la vida humana se rige por la razón la posibilidad de vivir queda destruida. (Hacia rutas salvajes)
El problema es que, si hacemos caso a esa gente, hay palabras, como coñazo, que correrían el riesgo de desaparecer para siempre de nuestro idioma. Porque, seamos serios, ¿en cuántas conversaciones surge la necesidad de referirse a un “coño grande”? Eso por no hablar de lo relativo que resulta el tamaño del órgano sexual femenino (así, en frío, no soy capaz de saber si alguna vez en la vida he visto un coño notoriamente más grande que otro).
(...)Al parecer, en España los hombres ya no van de putas, sino de profesionales de la prostitución o mujeres víctimas de la explotación sexual. Con todo mi respeto hacia las putas y hacia su situación personal, ¿realmente necesitamos tanto background para que nos coman la polla por dinero? Es como si entramos en una Nike Store y pedimos “unas piezas de material sintético cosidas por menores chinos sin hogar en disposición tal que calienten nuestros pies” en vez de pedir unas zapatillas.
La manipulación del lenguaje ha llegado a tal grado que ahora, cuando un hijo de puta corre a hostias a su señora, para algunos resulta que es "terrorismo machista". Terrorismo, nada menos. Y claro, si el maltrato, luego llamado violencia de género, luego llamado violencia machista ahora resulta que es terrorismo, no tardará en llegar el día en que decir “coñazo” o “cojonudo” se considere apología del susodicho. O colaboración con banda armada, vete a saber.
Es lo que tiene vivir en un país de ricos con preocupaciones de ricos, que el hombre ya no viene del mono. Ahora es la persona quien viene del simio. Tócate l@s huev@s...
Por Jose A. Pérez " Y visto en Halon
¿Sabes construir una casa, cuidar de enfermedades, alimentarte de la naturaleza, ensamblar una barca, levantar una pared, remendar un hueso roto, esparcir estiercol, sufrir con entereza, luchar eficientemente... etc etc? Entonces... por qué te crees tan importante? (La sobreespecialización lleva a la muerte profesional. Teniente Motoko Kusanagi)
4 comentarios
pay -
que manera de reirme carajo...
muy buenoooo..
saludos
Migue -
Por cierto, que al caballo lo que le hacen es una señora paja.
Saludos
Steam Monkey to South -
South -