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Los mundos virtuales y la desaparición del cuerpo material

Los mundos virtuales y la desaparición del cuerpo material

Esto si que es un cuerpo material y no el de la guardia civil

(Image By High Gloss Dolls - Vía )

- Avatares del ciberespacio:

¿Qué es el culto al cuerpo en un mundo que prescinde cada vez más de él? En la era de la imagen, paradójicamente el clásico cuerpo del hombre ha entrado en otra dimensión. Material, orgánico y, por lo tanto, improductivo, parece haber caído en desuso en los tiempos actuales.

Las nuevas exigencias del capitalismo prescinden del cuerpo del obrero, y lo reemplaza por el del consumidor, más volátil y adaptable a los cambios, virtual y, en cierta medida, desmaterializado.

El culto al cuerpo no remite a cultivar la dimensión orgánica -postula Sibilia- sino a la exacerbación de su imagen, como perfección física. El espacio virtual necesita eliminar el efecto orgánico del cuerpo del hombre, borrar todo lo que denote materialidad: así, las tecnologías como el Photoshop, al eliminar de la imagen las imperfecciones orgánicas, contribuyen a virtualizar el cuerpo y, de alguna manera, convertirlo en inmaterial.

En ese espacio virtual, el elemento orgánico es cada vez más prescindible: sexo, comunicación, entretenimiento y relaciones laborales, todo parece confeccionado a la medida de un cuerpo desmaterializado. Pero la existencia de verdaderos mundos virtuales acelera aún más la caducidad de la carne.

El sueño de diseñar clones a la carta, mutantes creados según patrones selectivos, es allí una realidad: la quimera genética se pone a prueba en los megabytes de la Red. Cada usuario construye su propio cuerpo, y se desprende cada vez más del suyo orgánico. El mundo real, material, parece resultarle, a su vez, más indiferente.

Si el culto a la imagen como perfección física en la era cibernética ha reemplazado al cuerpo material e improductivo de la modernidad, la creación de un engendro virtual que cumpla todos los deseos del individuo desplazará definitivamente a aquel: ya no habrá culto al cuerpo ni a su imagen, pues la pantalla catódica proporcionará los elementos para diseñarlo a la pura semejanza y voluntad del usuario.

Este mundo virtual, esta segunda vida paralela que fascina y modifica los códigos de la sociedad, ¿es producto de la huida hacia lo inmaterial como respuesta a la saturación de la sociedad de consumo o, por el contrario, es la prolongación de ella, una nueva fase o estadio en su devenir? ¿es consecuencia del nihilismo en la cultura del mundo cotidiano o una nueva forma de narcisismo ciberdirigido? ¿se trata de una modalidad de ficción o de un nuevo paradigma de la realidad? ¿constituye un estallido de la identidad del sujeto contemporáneo, o una explosión generalizada de los egos?

En todos los casos, el viejo cuerpo orgánico parece haber entrado en la era de la disolución. Con su alter ego online el sujeto actual anhela insertarse en un nuevo mundo, en donde las viejas lógicas quedan, al igual que la materia, definitivamente abolidas.

Texto -RESUMIDO por mi- By Gabriel Cocimano, artículo completo desde Consume Hasta Morir.

Igualmente... donde esté un buen mordisco... y el olor de su pelo que se quiten las tonterías de tontos frente a pantallas cegadoras... digo! 

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