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Mckeyhan Presents

Alcoholes

Alcoholes

La buena y borracha muchacha buscando su alcohol favorito... bonito para ella y para los espectadores que miran el espectáculo.

"El fenómeno social conocido como “botellón”, vuelve a las primeras páginas de la actualidad. Parece que de nuevo, el Gobierno quiere tomar medidas para erradicarlo.
No tengo muy claro cual es el problema como tal entendido, si que beban los menores o la gente en general, si es que beban en la calle o que dejen los lugares de concentración botellonera como estercoleros.

Cada cierto tiempo, se pone de moda hablar del botellón en la tele o en las noticias. Se dice que van a tomar medidas y que se va a regular los horarios de venta de alcohol, aparte de restrigir el acceso de los menores a las bebidas alcohólicas.
Los defensores y partidarios de este fenómeno social tan extendido y aceptado se agarran a razones convincentes a más no poder. El escaso poder adquisitivo de la juventud y los abusivos precios de la bebida en los locales de marcha lo justifican. Esos jóvenes que se van al botellón en su coche tuneado con 1.200 watios de potencia en su interior. No sé por qué razón, lo del precio del alcohol siempre me trae a la cabeza el recuerdo de esos pobres rusos muriendo por beber litros y litros de vodka en mal estado, pero barato. Para combatir el frío, más que nada.

El botellón no puede ser perseguido ni criminalizado. En una sociedad en la que está bien visto beber y en la que el borracho es un individuo simpático que se divierte y donde si no bebes eres un soso y un aburrido, ¿quién no quiere hacer botellón aunque te metan en la cárcel por ello?
Todos los viernes y los sábados veo a la puerta de los supermercados, saliendo a los/as adolescentes/as (igualdad lingüística muy de moda, oiga…) cargados de bolsas con bebida. Todos vestidos con sus mejores galas. Ellas con el traje de nochevieja. Ellos con medio bote de gomina en los pelos de punta y la camisa de Rottweiler o Dj’s Band, recién planchadita. Todo esto, para ir a un parque a beber hasta caerse de culo y terminar la noche revolcado/a en sus propias potas. Ciertamente divertido.
Todo esto en el mejor de los casos. Porque habitual es el bebedor que en lugar de ponerse gracioso o pesado, se pone violento y acaba provocando un altercado con lesiones o destrozos. Claro que, siempre podrá utilizar el atenuante que todo el mundo está dispuesto a disculpar: “es que iba muy borracho..” y con eso ya no pasa nada. ¿Quién no ha bebido alguna vez? Es decir, que si vas borracho, puedes hacer lo que te de la gana, que todos te van a disculpar.

Mucho/as querrían encontrarse a esta chica (que ha dedicado su vida a la virtud) totalmente borracha, totalmente drogada, quizás incluso ella lo haya deseado/odiado.
 
No se puede luchar contra el botellón. El borracho es un personaje simpático. La gente bebe para divertirse, para sentirse bien. Cuando vemos un tipo que va cayéndose por la calle, pensamos en lo bien que se lo está pasando. Si la gente no sale borracha de una fiesta, es que la fiesta ha sido un fracaso. Divertirse es beber y beber es divertirse. Así es. ¿Cómo coño pretenden hacer que la gente no beba? En la calle o dónde sea. Es imposible. Nos han educado para eso. Desde niños. Ninguna ley ni ninguna medida represiva va a terminar con ello. Es imposible.

La resaca, el coma etílico, echar las potas… todos esos iconos sociales de la diversión son algo tan maravilloso, que nadie debería perderse la oportunidad de experimentarlo, cuantas más veces mejor. Nadie tiene derecho a privarnos de semejante placer. Ni los políticos, ni las leyes, ni los policías.
Creo que hay pocas cosas más insoportables que un individuo borracho. La única razón para aguantarlo es que sea tu amigo. El único capaz de aguantarlo es otro que vaya igual. Lástima. Como ya habréis notado, soy abstemio."

- Extraido de Halón disparado.

Primera imagen sacada de algún usuario de FlickR, segunda imagen de una espectacular galeria (por cantidad y calidad fotográfica)

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