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Mckeyhan Presents

Colaboración en `La Fanzine´

Colaboración en `La Fanzine´

Imagen de Rosie Hardy

 

He colaborado en La Fanzine (lo siento mamá, lo siento Dios)

Ese proyecto tan bonito impulsado (a quien yo conozco) por la -siempre interesante- "Awixumayita"

Y mi texto comienza así:

"YO

Creo realmente que todo es muy infantil (que NO ingenuo) todo trata sobre niño/as de poca edad real, de infantes infantiles. Todas las situaciones de los humanos mamíferos no son más que problemas cándidos. No dejan de ser si no expresiones inocentes, filosofía infantil, incluso el malvado amargado no deja de ser un niño enfandadito."

Leer todo en "La Fanzine"

 

PD: Le cuesta mucho asimilar y comprender al humano el significado de tener un cuerpo físico. Eso lo vuelve loco.

3 comentarios

Narón -

Existe la realidad, y luego existen los cuentos de hadas. En los cuentos de hadas, que son para niños, la diferencia entre el bien y el mal es algo muy claro. Esto no se hace con la intención de mantener a los niños en la ignorancia, si no por el simple hecho de que los niños normalmente no tienen capacidad para diferenciar entre tales conceptos.

Esto es así en la tradición católica y en la de otras religiones, en las cuales se considera a los niños "inocentes", y es una de las razones por las cuales existen conceptos como la minoría de edad. Existen discusiones sobre a que edad se debe de considerar a una persona menor de edad, pero el consenso es que un niño no sabe diferenciar entre el bien y el mal. Y no sólo eso, si no que el niño se encuentra en una situación en la cuál en la práctica está bajo el total control de personas adultas, ya sean sus padres u otras, las cuales le dictan lo que tiene que hacer y lo que no, sin que el niño tenga capacidad para decidir por una u otra razón. Esto está muy relacionado con el principio de autoridad.

El cuento de hadas es fundamental para la formación del niño, faltaría más, pero está muy lejos de constituír una auténtica enseñanza moral. En el cuento de hadas no hay auténtica conciencia del bien y del mal, si no una mera identificación burda entre el bien y la belleza o la felicidad, y el mal y la fealdad o la tristeza y cosas así. Para cualquier persona adulta esto ya no tiene ningún sentido, pues debe de saber que el bien muchas veces está relacionado con el sufrimiento y la moral es una cuestión francamente compleja.

Luego están los subnormales, que como se sabe se les considera menores de edad de por vida.

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*Cambiar el destino de los conocimientos, el aprendizaje será mayor cuanto más ... ...

Steam Monkey por si se rompen los enlaces en un futuro próximo -

Es que el otro día traté con niños de 11 - 12 años y eran como niños, hablaban de las mismas estupideces que nosotros en corrillo, todos tenían movil y gastaban dinero, se pegaban y lloraban, reían al poco. Inestables emocionales, como niños, como los "adultos".

¿Hay algo más infantil que el deseo de comer, de disfrutar, de conquistar países? la erótica del poder, qué pueril el ir por ahí (los cosacos caminaban 80 km al día ampliando las fronteras de su país) JUAJUA risas de niño/a.

("Espartaco" lo sabía bien, sabía que los artistas eran bichos a conservar, en una sociedad comunista ¿qué aportarían los artistas? dinero seguro que no.)

Pensar que todos NO somos iguales o que NO somos mamíferos es un pensamiento letalmente aniñado.


Unos cuantos ejemplos:


- Racismo: Yo soy mejor que ese niño en todo y él ni es niño ni nada.

- Corporaciones: Reunión de recursos infantiles pero en diferentes paises, también conocido como transnacionales.

- Capitalismo: Acumulación de virtualidad como quien acumula muñequitos que otros niños quieren. Emilio Botín es un niño muy obeso mentalmente jugando al auténtico "Monopoly" de manera cándida.

- Justicia: Yo sé lo que está bien y tú no. El bien y el mal. Y es que el otro día estuve tratando con un juez, trabajando el tio no era más que un cándido infante que quería que se le tuviera en cuenta, reclamaba atención por ponerse una toga, eso si con un libro muy gordo de instrucciones en el que pone "Justicia". El pequeñín juez aprende a leer y la abstracción se lo lleva de la mano imaginando monstruos y héroes.

- Propiedad: Esto es mío porque es mío... entonces no es tuyo y me das igual.

- Nacionalismo: Todos los niños de mi alrededor son los mejores y los de fuera de esta línea dibujada en la Tierra con tiza por mí pues no, son feos y no los quiero o los querré como auténticos esclavos.

- ¡¡Bua bua!! Quiero sexo (cara de incredulidad con ceja levantada y mirada perpleja) ¿hay algo más ingenuo, pueril e infantil que el Sexo? (el -famoso- sexo, el metesacaaprietozonas que nos ha traído hasta donde estamos ahora)

- Mamá mamá soy mortal y algún día moriré. Cara triste del/la pobre niño/a...

Quizás la especie humana es simplemente sencilla -valga la redundancia- por no decir plana, y sólo quiere el hedonismo bienentendido de todos los niño/as. Quieren chupar de la teta para siempre.

- Niños Trendys:

1) Veo a muchos niño/as gafopastas bienintencionados pero que tratan mal a sus papás.

2) Los EMOS son MUY inocentes en su perspectiva.


Basta de ejemplos, sigamos:


Pero a ver ¿HAY ALGO MÁS INFANTIL QUE EL AMOR? (o limpiar el váter sin guantes ¡y con salfumán!). Aún así sólo creo que haya una prueba más contundente del infantilismo global que el AMOR y eso es el EGO (que en realidad como dijo Cartman; diferente mierda mismo olor)
La consciencia debe de ser algún tipo de deformación genética salida del "yo" joven.

Somos adultos que no entendemos realmente el presente, como los niños. Nosotros los niños envejecidos vemos a los niños originales como pequeños inexpertos e ingenuos... y somos igual que ellos sólo que mentimos mucho más; primero a nosotros y luego al resto de humanos.

La informática, la ÓPERA... ¡tan candorosa!... esos niños jugando a crecer y crecer, competir en la naturaleza, la fornicación infinita de la naturaleza es pura sonrisa de bebé esperando la carcajada total al final.

O como decía el gran Karl Marx...

Bienvenida sea cualquier crítica inspirada en un juicio científico. Contra los prejuicios de la llamada opinión pública, a la que nunca hice concesiones, mi divisa es, hoy como ayer, la gran frase del gran Florentino: "segui el tuo corso, e lascia dir la genti."



No hay nada más infantil que el concepto de Dios. O como dijo el otro día Hernán Migoya en la presentación de su último libro: "no creo en Dios... y si existiera tampoco creería en él."


¿Qué nos queda entonces? Yo creo que con una sonrisa basta y sobra. Siempre que te miras las manos y dices ¿qué clase de máquina es ésta? puedes sonreír duramente, mientras esperas a crecer en un sentido amplio de la palabra y no sólo de cumplir años y envejecer.