La vecinita de nuevo
A vuelto a ocurrir, esta mañana hemos vuelto a coincidir en el ascensor, a primera hora. Cojo el ascensor y estaba el padre de ese oscuro objeto de deseo en la puerta.
Entro y aparece ella a toda prisa, intentando aprovechar mi ascensor, camiseta fashion blanca ajustada con un escote brutal que apenas deja nada a la imaginación, ojos azules, y esa cabellera rubia tan característica. Ella va super cargada de trastos, carpetas, hojas que se le caen, con las prisas por aprovechar este ascensor.
Le dice a su padre como si ella tuviera 5 años "no subas que estás muy gordo" así que nos quedamos los dos.
Un viaje que se me hace eterno y placentero, ella delante mio, fijándose en el logo de mi camiseta y yo pasando de ella, no deja de ser un placer rechazar a la belleza, a lo irresistible.
Llegamos abajo y abre la puerta, paso junto a ella mirándole descaradamente el escote, le gusta, le fascina sentirse deseada, subo la mirada y me encuentro con esos enormes ojos azules, no tiene precio absorber toda su atención durante un instante y conseguir que aparte la mirada, que mueva esos ojos azules hacia el suelo.
Se acabó la aventura por hoy.
Pero es una aventura grande, como la belleza perdida de la chica de Forrest Gump, esos recuerdos en mi mente se quedan para siempre, todo lo contrario de compartir mi vida con ella, se quemaría el encanto.
Cada vez que discutieramos todo se volvería gris, incluso sus ojos serían grises.
Cada vez que ella perdiera los nervios o su egoismo natural surgiera todo se iría a paseo, solo nos quedarían los "buenos" momentos.
Y por muy buenas que hubieran sido nuestras relaciones sexuales seguro que no se podrían comprar con lo que a ocurrido esta mañana, con la intensidad de esa mirada.
Entro y aparece ella a toda prisa, intentando aprovechar mi ascensor, camiseta fashion blanca ajustada con un escote brutal que apenas deja nada a la imaginación, ojos azules, y esa cabellera rubia tan característica. Ella va super cargada de trastos, carpetas, hojas que se le caen, con las prisas por aprovechar este ascensor.
Le dice a su padre como si ella tuviera 5 años "no subas que estás muy gordo" así que nos quedamos los dos.
Un viaje que se me hace eterno y placentero, ella delante mio, fijándose en el logo de mi camiseta y yo pasando de ella, no deja de ser un placer rechazar a la belleza, a lo irresistible.
Llegamos abajo y abre la puerta, paso junto a ella mirándole descaradamente el escote, le gusta, le fascina sentirse deseada, subo la mirada y me encuentro con esos enormes ojos azules, no tiene precio absorber toda su atención durante un instante y conseguir que aparte la mirada, que mueva esos ojos azules hacia el suelo.
Se acabó la aventura por hoy.
Pero es una aventura grande, como la belleza perdida de la chica de Forrest Gump, esos recuerdos en mi mente se quedan para siempre, todo lo contrario de compartir mi vida con ella, se quemaría el encanto.
Cada vez que discutieramos todo se volvería gris, incluso sus ojos serían grises.
Cada vez que ella perdiera los nervios o su egoismo natural surgiera todo se iría a paseo, solo nos quedarían los "buenos" momentos.
Y por muy buenas que hubieran sido nuestras relaciones sexuales seguro que no se podrían comprar con lo que a ocurrido esta mañana, con la intensidad de esa mirada.
2 comentarios
la vecinita -
jaime -
Agur.