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Mckeyhan Presents

Resaca o mala leche?

Resaca o mala leche? Me levanto y aun tenía el puto pitido cegador en los oidos, tan petados que esta noche no escuchaba el zumbido caracteristico del ordenador, no lo sentía aunque me esforzaba, la boca como un zapato y el cerebro ensartado por mil agujas. Con una machacante música de ritmo endiablado que no dejaba de sonar en mi cabeza mientras apenas podía abrir los ojos.

Las poco mas de dos horas que he dormido con pesadillas sobre guarras en discos -con gafas de sol- y sudor en su fina piel -como el plástico caliente- y un ruido atroz que me deshacía no han sido suficiente para que mi atolondrado cerebro descanse.

Me levanto y quiero morir, pongo un pie en el suelo, y al poner el otro pienso "dispararme y enbadurnar las paredes con mis sesos"

Ahora comprendo mucho mejor el mal de Tyler Durden, el esclavo oficinista con un sueño atroz en el que todo está siempre en segundo plano y todo está siempre con un volumen mas bajo de lo normal.

Llego a mi trabajo a primera hora y estoy solo, el zumbido de mas de 100 ordenadores y el de todos los tubos fluorescentes con todas sus reactancias zumbando en mi cerebro a la misma frecuencia que el pitido en mis oidos, tengo la boca del estómago con sabor a asfalto y aunque me pongo a grabar miles de datos en montones de bases de datos diferentes no puedo dejar de pensar en las mujeres que ví ayer.

Aunque no hay mujer fea para un tajado, eso no significa que no puedas diferenciar niveles de belleza en las mujeres que -cimbreantes- en la locura de la gran sala de chorros de luz están o pasan junto a ti en ese infierno de carne en continuo movimiento. Aunque sea un pensamiento tan primitivo como las personas no se puede dejar de pensar en poseerlas y dar la vida por ellas - por las elegidas - por las que realmente valen, las otras pueden morir, esa es la grandeza de la naturaleza.

Al atender las llamadas no comprendo el lenguaje que utilizan las personas que me hablan, que me llaman buscando soluciones a sus promesas. Soy un puto Dios en vida que administra justicia y que no deja de cansarse de escuchar la misma mierda, siempre quejándose por sus pecados.
Me hablan y las palabras se amontonan en mi cerebro, entiendo las palabras pero no su significado. Pero siguen hablando, acumulando palabras sin sentido para mi, me pregunto que querrán decirme realmente.

Mientras no dejo de solucionar problemas no dejan de pasarme por la mente palabras; "La empresa es ciega"
Me calientan la cabeza con problemas, averias, incidencias, quejas, peticiones...... mi cerebro no para, sin darme cuenta escucho en mi cabeza "Somos pequeñas piezas de engranaje dentro de la gran maquinaria global empresarial que nos roba nuestra identidad como personas y que nos convierte en esclavos al servicio de los mentirosos ladrones de corbata"


Parte 1 de 2

Coming soon: "cuando vino el gran jefazo y la lié con mi resaca"

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