Un momento se va y no vuelve a pasar
Ella era una francesita increible (para mi), desde que la conocí después siempre he reconocido los rasgos característicos de las francesas... esas orejas pequeñas, esa cara ovalada...
Una chica bastante bajita pero con todo increiblemente bien puesto en su sitio, ojos grises y una feminidad exaltada... con un novio modelo en Francia...
Al mismo tiempo era bastante "chic", y sobre todo egocéntrica, no pegábamos ni con mocos y creo que era eso lo que mas me atraia, su diferencia respecto a mi.
Gracias a todos esos componentes me tenía loco (no es algo tan habitual en mi) pero claro mi forma de actuar siempre ha sido bastante extraña. Dió igual, pasado el primer curso lectivo ella sabía que me atraia, lo cual reafirmava su idea de mi locura.
Pasó el tiempo con discusiones y risas varias pero ella no podía dejar de ser quien era, en ninguno de sus aspectos.
Pero un dia su novio la dejó, se sumió en una especie de depresión. De ese tipo de depresión que tienen las divas, las grandes; de encerrarse en casa alimentando sus ojeras con medicamentos varios.
Un dia volvió a clase bastante repercutida pero manteniendo todo su encanto, incluso su aura de angel caido me resultaba mas atrayente, ahora al sonreir no desprendia alegria si no tristeza.
La cuestión es que al salir de esa clase no se de que ibamos hablando los dos (de alguna peli), llegamos a la puerta y ella siempre se iba en una dirección y yo y mis amigos en otra.
Algo místico me decía que esa misma noche la acompañara hacía donde quisiera que ella fuera, notaba en los ojos de ella que le parecería buena idea, notaba ese ansia, ese anhelo.
Estaba en la puerta junto a ella mientras todo el grupo parado a mas de 5 metros de nosotros me decían si venía o que.
Esos instantes duraron minutos... elegí mal, nos despedimos como si nos fueramos a ver mañana pero la verdad es que nunca la he vuelto a ver, nunca hemos vuelto a coincidir, ella dejó las clases ese año debido a su incipiente depresión y simplemente repitió curso.
Un momento se va y no vuelve a pasar
PD: Muchas caras se desperdician frente a una pantalla de ordenador
Una chica bastante bajita pero con todo increiblemente bien puesto en su sitio, ojos grises y una feminidad exaltada... con un novio modelo en Francia...
Al mismo tiempo era bastante "chic", y sobre todo egocéntrica, no pegábamos ni con mocos y creo que era eso lo que mas me atraia, su diferencia respecto a mi.
Gracias a todos esos componentes me tenía loco (no es algo tan habitual en mi) pero claro mi forma de actuar siempre ha sido bastante extraña. Dió igual, pasado el primer curso lectivo ella sabía que me atraia, lo cual reafirmava su idea de mi locura.
Pasó el tiempo con discusiones y risas varias pero ella no podía dejar de ser quien era, en ninguno de sus aspectos.
Pero un dia su novio la dejó, se sumió en una especie de depresión. De ese tipo de depresión que tienen las divas, las grandes; de encerrarse en casa alimentando sus ojeras con medicamentos varios.
Un dia volvió a clase bastante repercutida pero manteniendo todo su encanto, incluso su aura de angel caido me resultaba mas atrayente, ahora al sonreir no desprendia alegria si no tristeza.
La cuestión es que al salir de esa clase no se de que ibamos hablando los dos (de alguna peli), llegamos a la puerta y ella siempre se iba en una dirección y yo y mis amigos en otra.
Algo místico me decía que esa misma noche la acompañara hacía donde quisiera que ella fuera, notaba en los ojos de ella que le parecería buena idea, notaba ese ansia, ese anhelo.
Estaba en la puerta junto a ella mientras todo el grupo parado a mas de 5 metros de nosotros me decían si venía o que.
Esos instantes duraron minutos... elegí mal, nos despedimos como si nos fueramos a ver mañana pero la verdad es que nunca la he vuelto a ver, nunca hemos vuelto a coincidir, ella dejó las clases ese año debido a su incipiente depresión y simplemente repitió curso.
Un momento se va y no vuelve a pasar
PD: Muchas caras se desperdician frente a una pantalla de ordenador
1 comentario
pau -
Bueno, eso nos ha pasado a todos y luego pensamos si... que pena, lástima, que burro fuí.
Jeje... Lo bueno es que nunca se sabrá como pudo terminar.