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Mckeyhan Presents

Adictos al conflicto

Adictos al conflicto

..Todos los carteles mostraban una foto de Cassandra Clarck vestida con su uniforme de animadora, sonriendo y agitando su pelo rubio...

Un conductor que iba a trabajar por la autopista estatal vió a una chica cojeando, casi desnuda, por el arcén de gravilla. La chica parecía llevar un taparrabos oscuro, unos guantes oscuros y unos zapatos. Llevaba una especie de babero o pañuelo negro atado en torno al cuello y colgándole por encima de los pechos. Para cuando el conductor dio media vuelta y telefoneó a la policía, el sol ya brillaba lo bastante como para ver que la chica estaba desnuda del todo.

Sus zapatos y sus guantes, el taparrabos y el babero, eran sangre seca, coagulada y negra y rodeada de una nube espesa de moscas negras. Tenía tantas moscas posadas encima que parecía estar cubierta de vello negro.

La cabeza de la chica estaba toda raspada y llena de costras. Le sobresalían mechones andrajosos de pelo de detrás de las orejas y de la coronilla de la cabeza descubierta.

Cojeba porque le habían amputado los dos dedos pequeños del pie derecho. El babero, aquella capa de sangre de su pecho, aquella pelusa de moscas, en urgencias del hospital se lo limpiaron con alcohol y descubrieron una partida de tres en raya grabada en la piel de encima de sus pechos. El jugador con la X había ganado.

 


 

Cuando le limpiaron las manos, se encontraron con que le faltaba el meñique de ambas. Además, le habían levantado las uñas del resto de los dedos y se las habían arrancado, dejando las puntas de los dedos hinchadas y de color morado.

Debajo de la sangre seca tenía la piel lívida. Su cara había quedado reducida a los bultos huesudos de su barbilla, sus pómulos y el espolón de su nariz. En las sienes y por encima de la mandíbula, la piel se le hundía formando cavidades sombrías.

La policia, dijo la señora Clarck, había encontrado pruebas. Habían encontrado astillas de madera, finas como agujas, enclastadas en las paredes de su vagina. Y de su ano. El equipo forense de la policia había extraido esquirlas de cristal de los cortes de su pecho y de sus brazos.

(...) 

 

Cassandra miró a su madre y dijo: "Me lo he hecho yo misma"

 

(Al parecer tenía ganas de destruir algo bello)

 

- Extraido de Chuck Palahniuk, de su último libro FANTASMAS.  

 

Pd: Lo siento... no recuerdo de donde saqué las imagenes 

2 comentarios

alentadora -

¡¡¡¡no tenía ni idea de que tenía un libro nuevo!!!!!! Me lo compro pero ya!!!!

illa -

Jolín. Lo leeré. Leí el preámbulo gracias a tu link, en colonia de escritores (incluso iba a escribir mi versión de la continuación..pero lo fui dejando dejando..). Promete. Gracias por descubrírmelo :).