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Mckeyhan Presents

Anegado en profunda tristeza

Anegado en profunda tristeza

Y el hombre se sentó solo, anegado en profunda tristeza. Los animales se acercaron a él y dijeron: "No nos gusta verte tan triste. Pídenos lo que quieras y te lo concederemos". El hombre dijo: "Quiero tener buena vista". El buitre respondió: "Tendrás mi visión". El hombre dijo: "Quiero ser fuerte". El jaguar añadió: "Serás fuerte como yo". El hombre dijo: "Deseo conocer los secretos de la Tierra". La serpiente replicó: "Yo te los mostraré". Y así siguió con todos los animales. Y cuando tuvo todos los dones que le podían conceder, se marchó.

Entonces el buho dijo a los demás animales: "Ahora el hombre sabe mucho, podrá hacer muchas cosas. De pronto tengo miedo". El ciervo dijo: "El hombre tiene todo lo que necesita. Con ello desaparecerá su tristeza". Pero el buho replicó: "No. He visto un agujero en el hombre, profundo como un hambre que no se puede saciar. Eso es lo que le entristece y provoca sus carencias. Seguirá tomando y tomando, hasta que un día el Mundo diga: "Ya no soy nada, nada tengo que dar".

 

Fragmento de "Apocalypto" del gran cineasta Mel Gibson

1 comentario

ConoZe -

"¿Qué es el hombre? Un saco de deseos". Lo dijo San Agustín, creo, aunque cito muy de memoria, y quizá fue otro. En todo caso es una buena definición. La capacidad humana para multiplicar los deseos de forma, en apariencia, ilimitada e insaciable, constituye una diferencia clave con la animalidad. Podría explicarse al ser humano, hasta cierto punto, por el dinamismo de sus deseos y temores.

http://www.conoze.com/doc.php?doc=901