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Mckeyhan Presents

Mirar al abismo

Fui a la Patum de Berga a hacer fotos del evento.

A todos nos gusta enfrentarnos a la muerte y sobrevivir, así nacen los heroes. Uno rodeado de semejantes... la sensación de pertenencia a grupo (o banda armada) es lo más bonito que hay cuando estás rodeado de desconocidos. 

Mola cuando acaba lo del fuego (salt de plens), todo el mundo está excitado porque ha eludido el dolor físico más o menos. Hay quien dice que es la mejor fiesta catalana; una plaza reventada de gente, entran unos tios disfrazados de planta, apagan las luces y comienzan a chorrear fuego a mansalva mientras se supone que vas dando saltos en una dirección concreta. Tanto que lo quieren prohibir desde altas esferas europeas (que no tienen ni puta idea)

Por lo demás sólo es una fiesta de pueblo normal donde la gente se enfrenta a peligros y las personas se drogan más o menos e intentan divertirse (tal y como los humanos lo hacen, a saber; poder, drogas (en la que incluyo el sexo) y desenfreno)

2 comentarios

Poogeplep -

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pau -

Yo me quemé y mucho durante una Patúm. Como buen experto y muy estúpido valoré el tipo de explosivo, junto el ruido de la explosión y calculé la distancia de seguridad.
Fue horroroso y muy doloroso. La quemadura de pólvora es la leche, me colgaba todo un lado de la cara y estuve en un tris de perder un ojo.
No caí en que el punto de explosión está en el interior de un cilindro de acero y, claro, no calculé que la onda expansiva saldría en forma de chorro.
Bueno... que me enrollo de mala manera.
Lo que más me impresionó fue ver la enfermería (entonces era lo que había: la Cruz Roja) llena de heridos, quemados... algunos mucho peor que yo y que ahora hubiesen mandado al Valle de Hebrón. Y lo peor fue ver los pies machacados, las "bambas" destrozadas como un mazacote de sangre, carne y lona; y una chavala que había perdido un ojo.
Después repetí varias veces, ya con más cuidado.
La Patúm es muy bestia, sobre todo la del jueves.